Archívalo

En verdad que me he comportado

y he acallado mi alma como un niño destetado de su madre

como un niño destetado está mi alma. 

Espera, en Dios, desde ahora y para siempre.

Salmos 131:2-3

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¿Dónde está nuestra confianza cuando atravesamos por situaciones en la vida que no quisiéramos hubieran sucedido? Hablo de cosas que estuvieron fuera de nuestra comprensión como para aceptarlas en ese momento, circunstancias que cimbraron lo más íntimo de nuestro ser como la muerte de un ser querido o un robo perpetrado en tu casa que dejo lisiado a un familiar o tal vez el abuso sexual de un malvado o el haber cometido un pecado tan grave que no encuentras sentido porque lo hiciste a pesar de que ya te arrepentiste.

Esas cosas que después de un tiempo olvidaste, pero que de vez en cuando, vas a lo recóndito de tus pensamientos. Y sacas ese archivo para reabrir el caso porque quieres razonar por qué sucedió.

Para estas cosas tal vez no haya una respuesta por el momento, pero quiero darte un consejo: Cada uno de nosotros deberíamos tener una carpeta en nuestra mente que diga "No lo entiendo, déjalo en paz". De tal modo que cuando ese pensamiento quiera traer confusión y frustración, simplemente lo archives en esa carpeta y esperar en Dios que a su tiempo nos hará comprender lo que sucedió.

Sí constantemente estás pensando en por qué cosas malas suceden o por qué tuvo que pasarte a ti. Déjame decirte que estas produciendo amargura y desdicha en tu vida y eso te paraliza para sacar lo mejor de ti.

La clave está en el texto de hoy, confía en Dios. Y parte de esta confianza es comportarse correctamente a pesar de… y no le des lugar al diablo. Confía en Dios como un niño confía en su madre.

¿Hay algo en tu vida que no tienen sentido? ¡¡¡Archívalo!!! Elige confiar en Dios, elige seguir adelante y conoce que Él te sigue amando.

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Dios te Bendiga